Presentación Geoeconomía "El futuro de las pensiones"
En la presentación de la revista Geoeconomía dedicada al estado del bienestar, realizada conjuntamente por el Instituto Choiseul y la cátedra de Geoeconomía la Univesidad San Pablo CEU, participaron D. Rafael Domenech, Economista Jefe del Área de España y Europa del Servicio de Estudios BBVA, D. Luis de Guindos, Director del Centro de Investigación Financiera del Instituto de Empresa, D. David Taguas, Presidente de Seopan y D. Juan Velarde, Consejero del Tribunal de Cuentas. El evento fue moderado por D. Eduardo Olier, Presidente del Instituto Choiseul España.
Según la opinión de David Taguas, "la mayoría de las personas, incluso aquellas que se consideran bien informadas, siguen en la creencia de que, a la hora de su jubilación, recibirán aquello que hayan aportado al Estado durante su vida laboral", cuando, en realidad, sus aportaciones sirven "para pagar a los actuales pensionistas, y no para cubrir las necesidades futuras de los jubilados". El sistema de pensiones se sustenta sobre un pacto generacional, y ese pacto ha dejado de ser viable, debido al desplome de la natalidad. "De más de 4 personas en edad de trabajar hoy por cada persona en edad de jubilación, se pasará a 1,6 personas en edad de trabajar por cada persona en edad de jubilación en 2050".
Pese a la gravedad del diagnóstico, el escenario demográfico de partida es relativamente benévolo, según reconoció Rafael Domenech. Sin embargo la última proyección del Instituto Nacional de Estadística indica que España habrá perdido medio millón de habitantes en 2020, un 1,2%, mientras que la población mayor de 65 años aumentará en un 30%. El INE remataba el pasado martes su diagnóstico: se acabó el boom de la inmigración; los extranjeros abandonan España. La reciente reforma, que retrasa progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años y aumenta el período de cotización, es un "paso adelante importante, pero insuficiente", a juicio de Taguas. De 10 pasos que deberíamos dar para estabilizar el sistema, tan sólo hemos adelantado dos, estima. "La reforma nos compra tiempo para hacer otras reformas más profundas", coincide Doménech, que advierte de que habrá que revisar también otros pilares del Estado del bienestar, como la sanidad, asunto -pronostica- que será aún más complicado.
El problema para España en estos momentos es no saber siquiera si dispone de ese tiempo. Luis de Guindos subrayó la gravedad de los retos a corto plazo. Entre otros, explicó que, en 2012, vence para la banca española una abultada cantidad de deuda, de 120 mil millones de euros, y, para poder refinanciarla, es imprescindible tener credibilidad en los mercados, o, de lo contrario, se producirá una mayor contracción del crédito, que imposibilitará la recuperación. Esto significa que "España no se puede permitir no cumplir con sus obligaciones presupuestarias". A favor juega la proximidad de elecciones, y la percepción de que el próximo Gobierno aplicará políticas económicas ortodoxas. En contra, los vaticinios de que no se cumplirán los objetivos de reducción del déficit este año. Sucede así un fenómeno inverso al de años precedentes. "La bonanza económica nos distrajo de los problemas estructurales del sistema de pensiones", y "la inmigración creó un espejismo de rejuvenecimiento", apuntó De Guindos. Hoy, por el contrario, la gravedad de la situación obliga a centrarse en los problemas inmediatos, porque si no superamos estas pruebas inminentes, la implosión de nuestro Estado del bienestar puede estar a la vuelta de la esquina.